Todos tenemos cuerpos diferentes, algunos somos gorditos, otros medianos y otros flacos, dependiendo de nuestra complexión, determinada genéticamente. Es decir que en nuestro código genético están escritas formas particulares de la estructura corporal, como resultado de muchísimas informaciones. Igualmente tendremos la posibilidad de modificarlo un poco, hacia diferentes direcciones, de acuerdo al tipo ejercicio y de dieta que realicemos, que no tiene que ser “light”, ni sin grasas, para estar sanos.
Es diferente cuando comemos de más, cuando por ejemplo nos comemos la bolsa de cacahuates entera, sin compartir con otros, y después nos dimos cuenta de que ya nos la habíamos terminado. Este tipo de conducta alimentaria genera sobrepeso y puede resultar en obesidad y merece toda nuestra atención, por lo que es importante revisar los siguientes puntos que nos pueden orientar si nuestras comilonas son atracones y si son o no de peligro.
El Trastorno de Atracón, anteriormente conocido como “Comedor Compulsivo”, es uno de los más importantes en número, porque está asociado directamente con el problema de sobrepeso y obesidad, ya que la pérdida de control en el comer, nos habla de un serio descontrol de la conducta y lleva a un aumento de peso. Principalmente son mujeres quienes lo padecen, 2.5 a 1 en referencia a hombres y conforman entre el 30 y el 50% de la población que sufre obesidad.
El Trastorno por Atracón se caracteriza por atracones (comer en exceso), recurrentes en ausencia de conducta compensatoria inapropiada típica de la Bulimia Nervosa.
Se define “Atracón” por al menos 3 de los siguientes puntos:
Existe malestar importante respecto a los atracones. Y algo muy importante, se experimenta la sensación de pérdida de control.
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