Este día del niño es un buen pretexto para reflexionar sobre la salud de sus pequeños. Aunque posiblemente en este momento a los reyes de la casa sólo les importe jugar, divertirse y hacer las labores escolares, siempre es recomendable estar atento a la salud del menor, aún cuando éste no presente ningún síntoma de enfermedad; y consultar a su médico periódicamente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren más de cinco millones de niños debido a enfermedades causadas por su mismo entorno. Las más mortíferas son la diarrea y las afecciones respiratorias. La mejor manera de evitar que esa cifra crezca es tratar de convertir su ambiente en algo más saludable.
La variedad de riesgos ambientales a los que están expuestos los pequeños, a menudo al mismo tiempo y en el mismo lugar es inimaginable. Tal circunstancia sugiere mayor atención en las actividades que los niños realizan cotidianamente. Por tal motivo es recomendable revisar y tomar algunas precauciones en los lugares donde los niños se desenvuelven, tales como:
- El hogar
- La escuela
- La calle
- Las zonas de juego
Segura e indudablemente, habrá cosas que usted no pueda controlar, pero existen otras que están a su alcance, como:
El agua que consume:
- Procurar que sea agua embotellada y con sellos inviolables.
- Realizar un mantenimiento constante en cisternas y tuberías .
- Evitar el consumo de agua corriente, especialmente en zonas afectadas por sustancias químicas peligrosas presentes, como plomo, flúor o arsénico.
Su higiene:
- Mantener sanitarios limpios y desinfectados.
- Recoger y desechar correctamente las heces de sus mascotas.
- Tirar la basura en botes cerrados y mantenerlos fuera del alcance de los niños.
- Lavarse las manos con jabón antes de las comidas y después de ir al baño, con lo que se reduce considerablemente el riesgo de enfermedades diarréicas.
El ambiente que lo rodea:
- Mantener una buena ventilación.
- No exponerlo al humo del tabaco, ya que el tabaquismo pasivo, también puede ocasionar trastornos respiratorios y otros efectos nocivos en su salud.
- Utilizar gasolina sin plomo reduce la exposición de los niños al plomo y evita trastornos en su desarrollo.
Intoxicaciones accidentales:
- Etiquetar y almacenar bajo llave los productos de limpieza, combustibles, solventes, plaguicidas y demás sustancias químicas que se utilizan en el hogar y la escuela.
- Mantener fuera de su alcance los medicamentos, así como evitar la automedicación..
Accidentes en el hogar:
- Instalar protecciones en las ventanas y barandillas en las camas.
- Utilizar casco y equipo protector cuando anda en motocicletas, ciclomotores y bicicletas.
- Utilizar asientos de seguridad para niños y cinturones de seguridad en los automóviles.
- Elevar o cerrar la alacena de la cocina.
- Vigilar a los niños cuando se encuentren cerca del agua.
- No dejar objetos o líquidos calientes a su alcance.
- Tener un botiquín a la mano para cualquier emergencia.
Es muy importante recordar que en la actualidad, existen diversos factores que ponen en peligro el bienestar de su hijo; explicarles los riesgos y consecuencias de sus actos, puede evitar muchos accidentes. Sin embargo, no hay que olvidar que, crear un ambiente sano y seguro es responsabilidad de los adultos.